lunes, 28 de mayo de 2012

La ideología y el Estado contra el Padre



Con ello, "las generaciones nuevas se educan en la idea de que el padre no sirve para nada, o aún más, que es un elemento negativo. Pero la exclusión o el desprecio a la figura del padre en la familia es un elemento de desorientación para los menores, que de este modo son menos libres -añadió-. Y es que el objetivo real no es ‘liberar a la mujer del macho’ o a los jóvenes de la ‘opresión paterna’, sino lograr sustituir su autoridad por la que marque el Estado, el mercado o el sistema, que sean estos los que impongan según la ideología dominante los modos de vivir. Algo que va contra la naturaleza humana misma, que sólo puede llevar al caos y a la demencia colectiva".

Frente a esto, "urge reivindicar la figura del padre, que sin descuidar el amor, encarna la función del deber y el orden en el seno de la familia”, concluyó Esparza, que aludió también a esta misma apreciación realizada por Benedicto XVI en la catequesis pública pronunciada esta misma semana, cuando destacó la "paternidad de Dios" como verdad que a duras penas es percibida por el hombre de hoy, y definió la ausencia de la figura paterna en la vida de los hijos como "un gran problema de nuestro tiempo".

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