viernes, 11 de mayo de 2012

El Papa aprueba la beatificación de 21 españoles, mártires de la persecución religiosa


Fueron atrapados y asesinados en distintas circunstancias. Fermín Martorell vio como incendiaban su colegio y le encerraban en un barco prisión en Tarragona, para fusilarle un mes después. En el barco prisión «Río Segre» coincidieron varios de ellos antes de ser asesinados en Vila-Rodona.

Segismundo Sagalés, que consiguió esconder los restos del fundador de su orden, San José de Manyanet, fue ejecutado en la carretera de Vic a Manresa. José Vila, recién ordenado, había conseguido esconder a 13 jóvenes religiosos en el bosque, pero le detuvieron cerca de Vic. Narcís Sitjà ejercía el sacerdocio en la clandestinidad. Al padre Joan Cuscó lo detuvieron en los Pirineos cuando intentaba cruzar a Francia. Los sacerdotes Pedro Verdaguer y Roberto Montserrat fueron detenidos en una pensión y llevados a la famosa y terrible checa de San Elías en Barcelona antes de su ejecución. Seis de los mártires de este grupo consiguieron ocultarse hasta 1937, pero la persecución consiguió dar con ellos.

Los otros dos españoles mártires son dos dominicos de origen asturiano, Raimundo Castaño González y José María González Solís, asesinados en Bilbao en 1936. Castaño era ya un hombre anciano y un gran experto en la figura de Santo Domingo.

El Papa también ha firmado el decreto que reconoce la virtud heroica del fundador español de las Hijas de la Natividad de María, el padre Baltasar Pardal Vidal (1886-1963), así como las de Jacques Sevin (1882-1951), el jesuita francés que creó el método scout católico.

En el mundo judío se recogerá con alegría el reconocimiento del martirio de Odoardo Focherini, policía italiano que escondió muchos judíos y es reconocido como Justo entre las naciones en el memorial Yad Vashem


Fuente: Religión en Libertad

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