Si aún no tienes un altar en casa, donde poder dar culto a Dios y recogerte en la oración, quizás durante estos días de cuarentena y confinamiento sea la ocasión que Dios pone en tu camino para tener uno.
- El primer paso es elegir un lugar donde te encuentres a gusto y que te invite a rezar en paz y con comodidad. Tengas o no espacio, pide auxilio al Espíritu Santo para que te oriente y ayude a elegir el lugar ideal.
- Coloca una imagen de tu advocación mariana favorita.
- Un crucifijo también es indispensable. Es un signo visible de nuestra fe, del amor que Dios tiene por nosotros y de su Victoria.
- Una Biblia o Evangelio. La Palabra, que es presencia de Dios, no puede faltar en nuestro hogar ni en nuestro altar. Hay una tradición que invita a tenerla abierta siempre en el Salmo 91, pero lo importante es leerla.
- Coloca reliquia o imágenes de tus Santos favoritos. Si tienes devoción a algún santo o santa de la Iglesia, puedes colocar sus estampitas, reliquias o imágenes en el altar.
- Puedes poner velas y decorar el altar con flores, una planta.. Y todo aquello que tu creatividad e imaginación te suscite. Algo recomendado es una luz o vela que ilumine tus momentos de oración con el Señor.
- También puedes colocar sacramentales. Si tienes en casa Rosarios o Medallas bendecidas, puedes colocarlas también en el altar. Un recipiento con Agua Bendita sería ideal, pero si no dispones ahora de ella, toma nota para más adelante.
- Convierte este proyecto en una actividad familiar y hacer del altar un lugar de congregación familiar para estar con Jesús, es una oportunidad de unir lazos y alimentar la fe. Los niños pueden dibujar y crear muchos elementos para el mismo (La imagen de María, los Santos, el Crucifijo) y también pueden llevar a cabo la decoración del lugar. Pero sobre todo no te olvides de rezar al Espíritu Santo, fuente inagotable no solo de amor, sino también de la más ingeniosa creatividad.
- Antes de estrenar el altar eleva una oración a Dios: Invítale a que entre en tu hogar y entrégale, desde el corazón, este lugar de encuentro con Él, para que siempre sea un lugar de refugio para ti y tu familia.