sábado, 19 de julio de 2014

Mosul marca las puertas de los cristianos y arde la casa episcopal

Hace unos días el gobierno de Mosul pidió marcar las puertas de las casas donde vivían cristianos. Ayer les dieron 24h para marcharse. En este momento arde la casa episcopal.

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Tras Mosul, próximo objetivo ¿Kirkuk?

Thiago Silva, capitán de la selección de Brasil, vive porque su abuelo no dejó abortar a la madre

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Aciprensa / ReL


Thiago Silva podría no ser ahora el capitán de la selección de fútbol brasileña que guía a su equipo en la lucha por conquistar la copa mundial para su país en Brasil 2014: cuando estuvo embarazada de él, su madre consideró seriamente la posibilidad de abortarlo.

Así lo cuenta doña Ángela, la madre del jugador nacido hace 29 años el 22 de septiembre de 1984, en un reportaje sobre la vida del capitán de Brasil presentado recientemente por la cadena O’Globo.

“Yo llegué a llorar en el cuello de mi padre diciendo:‘papá, no quiero hacer un aborto, pero tampoco tengo condición para criar a un hijo”.

El abuelo de Thiago, cuenta doña Ángela, la convenció de lo contrario: “él no me dejó que yo hiciera eso, que cometiese un pecado”,recuerda.

La vida de Thiago y su familia fue dura y complicada, en la favela de Santa Cruz en la ciudad de Río de Janeiro. El también jugador del actual campeón de Francia, el Paris Saint Germain, recuerda que “vivía en una favela bien conocida. Los policías estaban siempre cerca. Por el peligro, daba siempre gracias a Dios por llegar bien a mi casa”.

El jugador brasileño cuenta luego que cuando tenía 14 años le tocó luchar una dura pelea contra la tuberculosis: “Fue la mayor batalla de mi vida. Fueron seis meses internado” en el hospital hasta curarse.

Doña Ángela también recuerda aquella época: “Fue la peor parte de su vida y de la nuestra. La vida en ese cuarto era deprimente”.

Ahora ya con seis años en la selección nacional, el jugador comenta que pensar en lograr el título mundial en casa es algo que le quita el sueño: “es difícil dormir porque esto de la Copa del Mundo es una cosa seria”.

Preguntado sobre cómo reaccionaría de ganar el Campeonato Mundial, al momento de recibir la Copa, Thiago afirma que "yo no sé qué haría en ese momento. Es la mayor proeza de todas nuestras vidas: ganar un mundial en casa".


La historia de Laudrup, jugador del Madrid y del Barça
La historia de Thiago guarda similitudes con la de al menos otros futbolista famoso, el danés Michael Laudrup, jugador del Real Madrid y el FC Barcelona y luego técnico del Getafe, cuya historia natal contó su familia en 2007 en un documental emitido en Dinamarca por el canal TV2.

Lone Laudrup, madre de Michael Laudrup, reveló que estuvo a punto de abortar cuando de adolescente quedó embarazada. Era 1963, sólo hacía unos meses que conocía a Finn Laudrup y ella sólo tenía 16 años. 

"El aborto era ilegal entonces [en Dinamarca], pero todos sabían dónde se solucionaban esas cosas. Mi madre estaba destrozada, así que mandaron a mi padre a buscar alguno de esos sitios", cuenta la madre del futbolista.

Pasado un rato, su padre (es decir, el abuelo del bebé) regresó y le dijo: "He estado dando un paseo, ahora vamos a decirle a tu madre que no pude encontrar ese sitio", recuerda Lone, quien destaca que su padre la apoyó en su decisión de tener el niño.

Como en el caso de Thiago, la firmeza de un abuelo, padre de la embarazada, salvó la vida del bebé. 

En ambos casos, sin embargo, el aborto era ilegal en esa época: con leyes como las actuales en España quizá el apoyo de los padres de la embarazada no habría bastado para hacerlas desistir.

Cristiano Ronaldo nació porque el doctor se negó a hacer el aborto que pedía la madre: habla ella

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Paulo Sousa Costa / La Razón


El jugador de fútbol portugués Cristiano Ronaldo tiene 29 años y un sueldo en 2014 de 21 millones de euros en el Real Madrid. Es elmáximo goleador de la historia de la selección portuguesa, el portugués que más goles ha marcado en la Champions League, el madridista que menos partidos necesitó para alcanzar los cien goles de Liga, el primer futbolista en la historia de la Liga que consiguió marcarle a todos los equipos a los que se enfrentó en una temporada, y el único futbolista que ha conseguido marcar en seis visitas consecutivas al Camp Nou.

Todo eso -y mucho más- pudo haberse perdido si un médico hubiera cedido a los miedos y desesperanza de su madre y lo hubiera abortado a su petición. Su madre, Maria Dolores dos Santos Aveiro, lo ha contado en una biografía reciente. La Razón ha publicado este extracto.

Nerviosa y con miedo, María Dolores sabía que había llegado el día. Tenía que hablar con el médico y pedirle que pusiera fin a su embarazo. Era su cuarto embarazo, que tanto le preocupaba y que tantas dificultades iba a traer a su casa. Teniendo en cuenta la petición de la afligida madre, las palabras del médico no podrían haber sido más lacónicas.

De ninguna manera! Usted tiene sólo treinta años y ninguna razón física por la cual no pueda tener este bebé. ¡Ya verá como es la alegría de la casa!

Dolores se echó a llorar: no podía creer que no tuviera la connivencia del médico para llevar a cabo la interrupción. Pero peor aún fue el comentario sobre la alegría que traería el bebé cuando ella no sabía ni cómo iba a alimentarlo cuando naciese.

Regresó a su casa derrotada por el miedo a lo que el futuro le depararía. No estaba convencida de que aquel bebé debiera nacer. ¿Qué vida le esperaría?

El aborto casero que no funcionó
En conversación con una de las hijas de la madrastra, su vecina, que era consciente de las dificultades que Dolores y su familia vivían, le recomendó una receta casera para aquellos que quieren evitar que el embrión continúe su camino dentro del útero materno. La solución era muy simple, tal vez demasiado simple. Todo lo que la mujer embarazada tenía que hacer era hervir una cerveza negra, bebérsela y, una vez ingerido hasta el último sorbo del líquido caliente, correr hasta sentir que su cuerpo realizaba un gran esfuerzo. Pasadas un par de horas, la reacción sería espontánea, y lo que los médicos no querían que aconteciera sucedería a la velocidad de un parpadeo. El embrión saldría tranquilamente del vientre de aquella que nunca sería su madre.

Dolores, con su desesperación nacida del miedo, siguió las indicaciones. Pasadas dos horas... ¡Nada! Buscó en su bajo vientre desconfiada, a la espera de noticias, y no vio ninguna señal. Reinaba la paz en su cuerpo. El embrión parecía estar en un tranquilo y profundo sueño, sin querer salir antes de lo previsto.

Dios tiene una voluntad
Con la mano en su vientre, unas pocas horas después del intento de aborto, María Dolores tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre, a pesar de que en ese momento no era consciente de su importancia.

–Si la voluntad de Dios es que este niño nazca, que así sea.

Las creencias y el instinto materno de Dolores hablaron más alto. Seguiría el designio de Dios y dejaría que aquel embrión llegara a término.

La convicción que llevó a Dolores a aceptar al bebé que venía en camino era fuerte, tan fuerte como la realidad que la rodeaba.

Por más horas que trabajase, ella no conseguía darle a sus hijos lo que necesitaban. Todo lo que ella quería era que estudiaran, pero la verdad es que el camino que pisaban les llevaría, más tarde o más temprano, a abandonar la escuela e ir a trabajar para ayudar a mantener a la familia.






La opción del médico por la vida prevaleció sobre la decisión 

de la madre a favor de la muerte... luego ella
cambió su forma de verlo


En una de las revisiones rutinarias, Dolores supo que tendría un varón, por lo que tendría dos parejas. El médico insistía en que el nuevo pequeño sería la alegría de la casa, pero Dolores sentía que el mundo se derrumbaba encima de ella.

Menos mal que podía contar con el cariño que sus hermanas tenían por ella y por sus hijos.

El vientre crecía, aportando certezas de que aquel bebé nacería. Nada lo impediría. Quería nacer y esperaba ser bien recibido.

El amor con el temor
Aunque su carnet de identidad le otorgaba tan sólo una treintena de años, la vida le había asignado a Dolores una condición de mujer más «vieja», con más experiencia que otras mujeres de la misma edad. Aquel sería su cuarto parto y estaba preparada, pero aún así, el nacimiento de un bebé siempre trae el dolor de los alumbramientos anteriores y nunca se sabe cómo terminará.

Dolores sabía que había llegado el momento que tanto temía y, que al mismo tiempo, tanto deseaba. A lo largo de los meses de embarazo, como era de esperar, había desarrollado un tierno amor por aquel pequeño que había usurpado su vientre.

Era la hora de abrazarle, de decirle que lo amaba, que lo quería igual que a sus hermanos y que lo perdonaba por venir fuera de tiempo, aunque venía a tiempo de ser muy querido por todos.

Los segundos se atropellaban en el reloj, con el bullicio propio de la ocasión. La respiración jadeante de Dolores daba claros indicios de que podía suceder en cualquier momento. Los dolores aumentaban con cada suspiro. Los nervios también. Las dudas insistieron en aparecer en el peor momento. ¿Nacería perfecto? ¿Nacería sano? ¿Nacería...?

Una vez más los terribles porqués, el inevitable sentimiento de culpa al revivir los fantasmas de una vida difícil y un futuro incierto, que con el nuevo miembro de la familia sólo empeorarían.

El bebé y la profecía
Con gritos y llanto, el bebé abandonó la cuna natural de la madre y se precipitó, gracias a las manos del médico, en sus brazos. Entre sangre y lágrimas, madre e hijo se reconocen por primera vez. Se confirmaba: era un niño con una voz de quien sólo acaba de llegar, pero que ya tiene algo que decir.

El médico, para suavizar la tensión del momento, lanzó una frase que se fijó para siempre en la memoria de Dolores:

–¡Con unos pies como estos, será jugador de fútbol!

Fuera esperaba un padre nervioso y tres niños deseosos de ver al bebé al que habían esperado tantos meses. Pronto se dieron cuenta de que el recién llegado dominaría la humilde casa de esa familia, del clan Aveiro, ya completo.

Dos adultos y cuatro niños compartían el mismo techo, unidos por un amor que no diferencia entre familias ricas o pobres. En esa casa no había oro, pero prevalecían el afecto y el cariño. Orgullosa, Dolores veía a su familia amarse.

Faltaba escoger el nombre del miembro recién llegado. Dolores tenía un enorme aprecio por un hombre que fuera actor unos años antes y que, en aquel tiempo, presidía los Estados Unidos de América: Ronald Reagan.

Con la voluntad de quien desea una vida de ensueño para su hijo, quedó decidido que el pequeño sería bautizado con el nombre de Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro.

Pobreza... pero acogida amorosa
En una de las consultas de rutina que Dolores hacía con el bebé, el médico, que veía a una madre abatida por las dificultades para mantener una casa llena de niños y con escasos medios de subsistencia, trató de motivar a la pobre madre lanzando un pronóstico casi en un tono de profecía:

–¡Alégrese, mujer, este bebé le dará mucha suerte en la vida y mucha felicidad!

María Dolores no percibía qué suerte era esa, tan sólo sabía que cada día que pasaba, estaba más desesperada.

De todos modos, le pareció que, de hecho, su bebé trajo una cierta alegría a la casa. La primera sonrisa, la primera risa, los primeros pasos vacilantes. Todos los movimientos del nuevo «pequeño rey» del clan Aveiro eran recibidos con gran entusiasmo por sus hermanos mayores. Cristiano crecía en un ambiente de amor.

Elma, Hugo y Katia trataban de hacer las veces de madre, que estaba siempre ocupada en traer comida a la mesa. Dinis mostraba ahora un lado más humano, determinado por el gran amor que sentía por sus hijos, dando un poco de ánimo a María Dolores. En cierto modo, se sentía aliviada al saber que, sin tener en Dinis al marido que siempre había soñado, ¡por lo menos el padre de sus hijos los quería y nunca los maltrataría! Eso era lo más importante.

En cuanto a su felicidad como mujer casada, había poco o nada que hacer. Los años que había vivido de espaldas a su marido habían llevado a su matrimonio al fracaso.

Dinis y Dolores estaban cada vez más distantes entre sí; lo que los unía era tan sólo el amor por sus hijos. Mantenían el respeto el uno por el otro, pero poco más que eso.

El divorcio nunca fue una opción, porque había un enorme temor hacia las creencias y la opinión de su padre, José. Dolores sabía que, con el anuncio de una eventual separación, tendría que esperar, muy probablemente, la vieja correa contra la que había luchado en tantas batallas. El fantasma de la autoridad del padre aún estaba colgado en el aire, a pesar de que Dolores tenía más de 30 años y era madre de cuatro hijos. Conocía bien aquella vieja frase del padre:

–Si buena cama haces, en ella te vas a acostar.

Dolores decidió compartir la vida con el hombre que le había dado esos cuatro maravillosos hijos. Viviría por ellos, le respetaría por ellos. Nada más que eso.

miércoles, 9 de julio de 2014

¿Qué llevarte este verano?

Missio la app presentada por el Papa FranciscoYa se está comenzando a notar el verano. El fin de las clases, las vacaciones, las escapadas aquí y allá... Para algunos, sobre todo para los más jóvenes, a veces supone mucho tiempo libre. Pero sin embargo, cuántas veces preparamos nuestra mochila en las vacaciones y no dejamos hueco para Cristo. La oración y la participación plena en la misa deben ser nuestro motor, y por ende, no es algo que tengamos que aparcar en nuestras vacaciones, es más, ese es nuestro mejor descanso, nuestro descanso en el Señor…

Con la llegada de las nuevas tecnologías es más fácil llevarnos todo lo necesario para seguir en la oración y en la misa, por ello, os dejamos aquí las aplicaciones que debes llevarte en tu smartphone o tablet este verano:

  • Misas: Con esta aplicación no tendrás excusas para no encontrar un lugar donde participar de la eucaristía, podrás buscar el templo más cercano y los horarios de las celebraciones. Es una aplicación gratuita disponible para iPhone y Android.

  • iBrevary: se trata de una aplicación gratuita y con ella tendrás, todo el Misal, las oraciones de los cristianos, rituales, santoral… al alcance de tu mano.  Pero hay más, si te vas a ir de viaje y no vas a  tener conexión a Internet, puedes descargarte toda la información para esos días. Sin duda una aplicación que vale la pena.

  • Biblia, Cientos de versiones Bíblicas, cientos de Planes de Lectura, por temas, porciones de la Biblia, devociones o lo que tu decidas,  docenas de idiomas. Podrás Agregar tus propios resaltadores, marcadores, y notas públicas y privadas. Podrás acceder a todo conectado a internet o descargarte lo que necesites para cuando no tengas acceso. Podrásbuscar utilizando palabras claves, resaltar por colores como si fuera papel,compartir versículos con amigos, agregar notas, y un sin fin de posibilidades. Y además es gratuita. 

  • Missio es la aplicación Católica perfecta para mantenerse al día sobre las últimas noticias del Vaticano y de todo el mundo, relacionadas con el catolicismo.

Se aproxima Lío en el Vaticano

Buenas noches, como esta noche pierda Holanda en el mundial de Brasil, tenemos lío en el Vaticano, la final será Argentina-Alemania... 10523834_686297971425858_8844759620748037087_n

 

martes, 8 de julio de 2014

15 minutos en compañía de Jesús Sacramentado

El Alma a Jesús:


Aquí estoy, en vuestra divina y real presencia, ¡oh soberano Señor Sacramentado! sumergida en el abismo de mis iniquidades, pero al mismo tiempo alentada por vuestra infinita caridad, manifestada en ese amoroso Corazón, que veo abierto y manando la preciosa Sangre de mi salvación; os pido perdón y misericordia.  Hablad Señor, hablad que vuestro humilde siervo os escucha; decidme palabras de consuelo para mis aflicciones y de aliento en las tribulaciones


Jesús al Alma:


No es preciso, hijo mío, hablar mucho para agradarme mucho; basta que me ames con fervor.


Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano. ¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho, no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado. Dime por todos una palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón; y ¿no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón especialmente ama?


¿Y para ti?, ¿no necesitas alguna gracia? Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades, y ven, léela en mi presencia. Dime francamente que sientes -soberbia, amor a la sensualidad y al regalo; que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente...; y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para quitar de ti tales miserias. No te avergüences, ¡pobre alma! ¡Hay en el cielo tantos justos, tantos Santos de primer orden, que tuvieron esos mismos defectos! Pero rogaron con humildad...; y poco a poco se vieron libres de ellos.


Ni tampoco vaciles en pedirme bienes espirituales y corporales: salud, memoria, éxito feliz en tus trabajos, negocios o estudios; todo eso puedo darte, y lo doy, y deseo que me lo pidas en cuanto no se oponga, antes favorezca y ayude a tu santificación. Hoy por hoy, ¿qué necesitas? ¿Qué puedo hacer por tu bien? ¡Si supieras los deseos que tengo de favorecerte!


¿Traes ahora mismo entre manos algún Proyecto? Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿qué piensas? ¿qué deseas? ¿qué quieres que haga por tu hermano, por tu amigo, por tu superior? ¿qué desearías hacer por ellos?


¿Y por Mí?… ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos, a quienes amas mucho, y que viven quizás olvidados de Mí?


Dime qué cosa llama hoy particularmente tu atención, qué anhelas más vivamente, y con qué medios cuentas para conseguirlo. Dime si te sale mal tu empresa, y yo te diré las causas del mal éxito. ¿No quisieras que me interesase algo en tu favor? Hijo mío, soy dueño de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, adonde me place.


¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿Quién lastimó tu amor propio? ¿Quién te ha despreciado? Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de Mí todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición.


¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquella vaga melancolía, que no por ser infundadas dejan de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo. ¿Sientes desvío de parte de personas que antes te quisieron bien, y ahora olvidadas se alejan de ti, sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu lado, si no han de ser obstáculo a tu santificación.


¿Y no tienes tal vez alegría alguna que comunicarme? ¿Por qué no me haces partícipe de ella a fuer de buen amigo? Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, ha consolado y hecho como sonreír tu corazón. Quizá has tenido agradables sorpresas, quizá has visto disipados negros recelos, quizá has recibido fustas noticias, alguna carta o muestra de cariño; has vencido alguna dificultad, o salido de algún lance apurado. Obra mía es todo esto, y yo te lo he proporcionado: ¿por qué no has de manifestarme por ello tu gratitud, y decirme sencillamente, como un hijo a su padre: « ¡Gracias, Padre mío, gracias!»? El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le gusta verse correspondido.


¿Tampoco tienes Promesa alguna para hacerme?, ya lo sabes, en el fondo de tu corazón. A los hombres se les engaña fácilmente; a Dios, no. Háblame, pues, con toda sinceridad. ¿Tienes firme resolución de no exponerte ya más a aquella ocasión de pecado? ¿de privarte de aquel objeto que te dañó? ¿de no leer más aquel libro que exaltó tu imaginación? ¿de no tratar más aquella persona que turbó la paz de tu alma?


¿Volverás a ser dulce, amable y condescendiente con aquella otra a quien, por haberte faltado, has mirado hasta hoy como enemiga?


Ahora bien, hijo mío; vuelve a tus ocupaciones habituales, al taller, a la familia, al estudio... ; pero no olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con el corazón más amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.


viernes, 4 de julio de 2014

Reza para que los jóvenes se acerquen a la Iglesia

logo-4003El cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo metropolitano de Cracovia (Polonia), ha presentado este jueves 3 de julio, el logo y la oración oficial de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud.

Oración por la JMJ Cracovia 2016
Dios, Padre misericordioso,
que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo
y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador,
te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre.
Te encomendamos en modo particular
los jóvenes de toda lengua, pueblo y nación.
Guíales y protégeles en los complejos caminos de hoy
y dales la gracia de poder cosechar abundantes frutos
de la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia.
Padre celestial,
haznos testigos de tu misericordia.
Enséñanos a llevar la fe a los que dudan,
la esperanza a los desanimados,
el amor a los indiferentes,
el perdón a quien ha obrado el mal
y la alegría a los infelices.
Haz que la chispa del amor misericordioso
que has encendido dentro de nosotros
se convierta en un fuego que transforma los corazones
y renueva la faz de la tierra.
María, Madre de Misericordia, ruega por nosotros.
San Juan Pablo II, ruega por nosotros.