domingo, 24 de febrero de 2013

¡Sube a la Montaña del Nombre! y descubre... déjate descubrir...

Jesús se pone en camino... y sube a la montaña. Siempre la montaña, en la tradición bíblica, ha sido lugar de revelación, donde Dios muestra su rostro, donde descubrimos quién es para cada uno de nosotros. Pero al mismo tiempo, también es lugar para tomar energía... el trabajo, la labor apostólica, anunciar a Cristo, no puede dejar a un lado la oración y encontrarse con Él. En esta segunda semana de Cuaresma... ¡sube a la Montaña del Nombre! y descubre... déjate descubrir...


Esta segunda segunda semana los Jóvenes Dehonianos, nos invitan a subir a la Montaña del Nombre.

¿Dónde estoy?

La Montaña del Nombre sitio de paso para algunos, misterioso lugar para otros. Muchos acuden aquí para pensar, orar, meditar. Quien se atreve a subir por alguno de sus senderos corre el riesgo de encontrarse consigo mismo. Y hay quien dice que aquellos valientes que deciden ir aún más allá, escalar hasta la cima y entrar en la Cueva de la Revelación... descubren algo (y a Alguien= que les cambia sus vidas para siempre y les hace verlo todo con ojos nuevos.

¿Cómo caminar?

¿Cuántas veces ante una dificultad aparentemente insalvable, y después de retirarnos a rezar y dedicarle unos momentos a Dios, hemos encontrado una luz que nos ha ayudado a superar aquella oscuridad? La Oración nos abre unos ojos nuevos para empezar a descubrir el rostro escondido de Dios.

Oración

Muestrate, por fin, Señor.

No permanezcas por más tiempo oculto a nuestros ojos

No guardes silencio más días Amén.

 

Material para semanas restantes aquí

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