Ser peregrino es madrugar,
dormir cuatro horas diarias
y, si un amigo se va,
montarle una fiesta y armarla.
Ser peregrino es comer y,
sobre todo, beber mucha agua,
cantarles a los bomberos
y cargar cajas y cajas.
Ser peregrino es acoger
da igual si Denver o Argentina,
si son de India o de Perú,
o lo mismo es tu vecina.
Ser peregrino es confiar
en que siempre el que esté a tu lado,
sea inglés o americano,
va a echarte una mano.
Ser peregrino es conocer
a los de antes y a los de ahora
bailar “danzas kuduros”
y reír hasta altas horas.
Ser peregrino es obedecer
aunque tu amigo sea el jefe
y rezar para que salga bien.
Ser peregrino es caminar
todo recto, hacia la cima
sabiendo que los de arriba
orgullosos de ti estarán.
Ser peregrino es cantar
chillar a los Cuatro Vientos
que allí estábamos contentos
a pesar del huracán.
Ser peregrino es sufrir,
correr por Madrid de noche,
asfixiarte por la mañana
y emPaparte por la noche.
Ser peregrino es soñar
sabiendo que el que está a tu lado,
en Río te esperará.
Ser peregrino es vivir
24 horas al día
sin parar de sonreír.
Ser peregrino es creer
que nosotros solos no podemos
pero basta confiar en Él.
Ser peregrino es amar
a todos los que habéis hecho,
de esta JMJ,
una fiesta sin igual.
…………….Porque es de buen peregrino……
……………………..ser muy agradecido…………….
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