miércoles, 13 de marzo de 2013

BIENVENIDO FRANCISCO

Es Argentino y tiene 76 años,  es uno de los cinco hijos de un matrimonio Italiano de clase media formado por Mario, empleado ferroviario y Regina Sivori, ama de casa.

Suele viajar en autobús, y es común verle caminar por la calle o coger el metro como un ciudadano más. Suele cuidar a sacerdotes ancianos y enfermos de la Diócesis de Buenos Aires.   Muestra de su austeridad es que decidió vivir en un pequeño piso de la capital argentina renunciando a su Palacio Arzobispal. Además es muy aficionado al futbol y reconocido hincha del San Lorenzo de Almargo.

Aborto y matrimonio homosexualidad


El portavoz de Bergoglio, Guillermo Marcó, la definió a Carmen Argibay como una “atea militante” y partidaria de despenalizar el aborto.

El matrimonio homosexual ha sido uno de los grandes proyectos de carácter social de los Kirchner, promovido por la viuda y sucesora de Néstor, Cristina Kirchner. En una misiva enviada por la Conferencia Episcopal, los cardenales argentinos dijeron que "afirmar la heterosexualidad como requisito no es discriminar, sino partir de una nota objetiva que es su presupuesto".

También afirmaba que "no estamos ante un hecho privado o una opción religiosa, sino ante una realidad que tiene su raíz en la misma naturaleza del hombre, que es varón y mujer".

PRIMER SALUDO DEL PAPA


"Hermanos y hermanas, buens noches.

Vosotros sabéis que el deber del cónclave es dar un obispo a Roma, y parece que mis hermanos cardenales han ido a cogerlo al fin del mundo. Agradezco la acogida de la comunidad diocesana de Roma a su nuevo obispo". Antes que nada quiero hacer una oración por nuestro papa emérito Benedicto XVI, para que el señor lo bendiga. Tras estas palabras ha dirigido el rezo de un padrenuestro.

Y ahora, comenzamos este camino, el obispo y el pueblo. El camino de la Iglesia de Roma. Este camino de la Iglesia de Roma que presido. Rezamos por todo el mundo, para que sea una gran hermandad. Y auguro que este camino de la Iglesia que hoy comenzamos y en el que me ayudará mi cardenal vicario aquí presente, sera fructuoso para la Iglesia y para esta bella ciudad. Y ahora, querréis que os de la bendición. Pero primero, antes de que el obispo bendiga al pueblo, yo quiero que recéis para que el señor me proteja".

 

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