Y es que ser amable, dulce, comprensivo y acogedor, perdonar, es algo muy difícil. Aunque el
esfuerzo y una vigilancia combativapueden conseguir mucho.
Desde el punto de vista de la fe, sólo con la conversión, es decir, con la conciencia de que he-
mos sido perdonados, podemos abrirnos al perdón del otro, a la comprensión del otro. Los
grandes perdonados son grandes perdonadores, son los que cumplen el "perdónanos nuestras
ofensas como nosotros perdonamos..."
Sólo el que siente la gran necesidad de ser perdonado, perdona de corazón.¡Tan cerca que hasta
lo puedo tocar!
Descargar la Hoja Parroquial AQUÍ
(fuente: http://perso.wanadoo.es/argelio/index.html)
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