martes, 26 de julio de 2011

Nota de prensa: Violentos abortistas agraden a cristianos frente al Hospital de Sant Pau en Barcelona


Al inicio y durante los parlamentos de nuestra autorizada concentración, la policía antidisturbios (que ha tenido con nosotros un comportamiento muy correcto) los ha controlado, aunque con dificultad, dado que para evitar las agresiones a nuestro centenar de participantes, han tenido que hacer uso del material antidisturbios en varias ocasiones, viéndose las fuerzas del orden finalmente obligadas a realizar una barrera en la calle Cartagena para separar a los dos grupos y desde la que solo podían obstaculizar la buena marcha de la misma con sus gritos (violadores, pederastas…), bajada de pantalones y el lanzamiento de algún objeto.


Pero al empezar la procesión y el rezo del Rosario, los violentos “abortistas” han desatado una ira absolutamente satánica, siguiendo en todo momento nuestra procesión por la Avda Gaudí entre insultos y amenazas. Durante los primeros minutos, nos han escupido, empujado e intentado arrebatar pancartas y megafonía. Finalmente los antidisturbios, ya reforzados hasta alcanzar cerca de los 80 efectivos y con no menos de media docena de furgones, nos han escoltado mientras rezábamos hasta la fachada del Nacimiento en el templo de la Sagrada Familia. Ante la imposibilidad de marchar pacíficamente, la policía se ha visto obligada a rodear a los anticristianos, lo que nos ha permitido finalizar felizmente el acto, con el canto de la Salve en latín.


Esta violenta respuesta de los antivida en defensa del aborto, demuestra que nuestra denuncia contra el Hospital de san Pablo, el Hospital General de Granollers, el H. Comarcal de San Celoni y el Hospital de San Juan de Dios está calando y es una denuncia verdadera.


Por otro lado y como ya pasase en el pasado, cuando nuestro actual presidente actuaba como delegado de Hazteoir en Catalunya, es llamativo que desde el sistema democrático se conculque tan claramente uno de sus más exaltados derechos, como es el de libre concentración y el de manifestación pública, al permitir que un grupo violento y cuyo único afán es el de impedir precisamente nuestra manifestación pública, se concentre en el mismo lugar a casi a la misma hora. Esperemos que estos hechos no se repitan, o deberemos pensar que efectivamente, alguien está conculcando conscientemente nuestros derechos.


En Cristo Rey
Asociación Cruz de San Andrés

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