domingo, 8 de septiembre de 2013

El Renault 4 del Papa, un regalo de un párroco de Verona

El Papa Francisco apareció el sábado antes de la Vigilia de oración por la paz en un viejo «Cuatro Latas», el popular modelo Renault 4 que comenzó a fabricarse en 1961 y que dejó de producirse hace ya más de 20 años.


¿Por qué este coche?


El coche pertenecía a Don Renzo Zocca, sacerdote que va a cumplir 70 años, llegó de joven a una región de verona donde trabajo pastoralmente en zonas de periferia ayudando a jóvenes del mundo de la drogadicción y situaciones de pobreza. El coche fue un regalo del vicepresidente del club de fútbol de verona para su trabajo en la periferia. El párroco lo había mantenido con sus revisiones y cuidados, además tenía mucho cariño al coche que nunca le había dejado votado. Escuchando al Papa Francisco y su invitación a la renovación e ir a la periferia. Le escribe una carta con el deseo de compartir su experiencia. Un día recibe una llamada y al otro lado del teléfono estaba el Papa Francisco.


35 minutos de conversación en la que el cura, que se había quedado sin palabra, le contó su experiencia y le confirmó su deseo de regalarle el renault 4. El Papa le dijo que se lo diera a los pobres, pero el cura sostuvo que ya había prestado muchos servicios a los más vulnerables y ahora quería regalarlo al Papa. Francisco busca un día en su agenda para poderle recibir y le da varios días como alternativa, el cura le pide que espere para consultar su agenda también, aunque al momento se da cuenta de lo que está haciendo y responde rápidamente ok al 7 sept a quince horas.


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Se prepara el coche y para Roma junto a cien parroquianos. Allí por motivos de seguridad no pueden entrar todos. Los que lo hacen son recibidos por el Papa que sale de Santa Marta y abraza al párroco: les escucha y cuando es informado que la mitad de la expedición quedó en una de las puertas del Vaticano les dice,  "¡Entonces, vámonos!". Se suben al coche, con el Papa en el lugar del copiloto y por el medio de vaticano van al encuentro de los otros peregrinos.


Felices y sorprendidos reciben al Papa todos. Volvieron a entrar a la sala de audiencias privadas y antes de dejarlos el papa le dijo al párroco que le escribiera, le entregó las llaves al papa francisco, el cual le recordó que él también tuvo un renault cuatro y que nunca le falló. El papa se puso al volante, con total naturalidad y se alejo.


Esta noticia ha sido extraída de la siguiente página: http://www.famigliacristiana.it/articolo/la-renault-4-del-papa-300-mila-chilometri-di-carita.aspx


 

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